Historia
Fundado el 21 de agosto de 1989
Este fragmento, elaborado por el profesor Carlos Contreras, primer Presidente de nuestro Sindicato, narra los eventos más significativos que determinaron la creación del Sindicato N°4:
Era ya el año 1988 y la lucha por la vuelta a la Democracia se acrecentaba cada vez más, animada, en octubre de ese año, por el triunfo del “NO”. En ese contexto, un grupo de funcionarios fuimos a la casa del Obispo, Don Carlos Oviedo Cavada, en Avda. Brasil. Le planteamos la necesidad de dar término a los “rectores delegados” y que la universidad volviera a la academia, entendiendo con ello que también volvería a la Iglesia. Monseñor nos señaló que debíamos esperar mejores tiempos y otras cosas. Lo concreto es que no sacamos nada en limpio. No nos quedó más que tomar la iniciativa y nos propusimos la tarea de formar el Sindicato de Académicos y Profesionales de la Universidad del Norte, junto con Jaime Llanos, Miguel Guzmán y Carlos Martínez, principalmente. Estuvieron también en esa tarea Ricardo Soto y Wilfredo Jiménez, entre otros.
El resultado es que el Sindicato se constituyó el 21 de agosto de 1989 como: Sindicato de Trabajadores Académicos y Profesionales de la Sede de Antofagasta de la Universidad del Norte, conjuntamente con la elección de su directiva, y en presencia de un notario público. Todo esto ocurrió en las cercanías de la universidad, al frente, en la Iglesia Madre de Dios y el anfitrión fue el Rvdo. Padre Christian Jensen.La directiva estuvo integrada por Carlos Martínez, como Secretario; Tomislav Ostoic, como Tesorero; y Carlos Contreras como Presidente. La asistencia a ese acto fue masiva y su convocatoria, abiertamente política, porque la tarea era clara: “terminar con la autoridad delegada y recuperar la universidad para la Academia y la Iglesia”. En síntesis, unirse a la lucha en pro de la Democracia.
Un dato importante: cuando todas las organizaciones del país se llamaban Asociaciones Gremiales, la nuestra se llamó desde su fundación, “Sindicato”. La razón es que como Sindicato, los dirigentes podríamos tener alguna garantía contra medidas atentatorias a la sindicalización. A la distancia parece ingenuo, pero en ese momento había que ser optimista y protegerse, aunque ello sólo fuera una ilusión.A fines de ese año el Rector militar fue reemplazado por un rector civil, también designado, Yerko Torrejón. Hubo mucha actividad hasta marzo del 90, en reuniones con este nuevo Rector, con los parlamentarios recién electos, entrevistas en la TV de Santiago, reuniones con la organización nacional de asociaciones gremiales, etc. La Iglesia se decidió a trabajar con nosotros, sobre todo, cuando se habló de la posibilidad de separar de la Universidad el Campus de Coquimbo, lo que abordamos con abogados de Antofagasta.
Desde entonces nos reunimos regularmente con Monseñor Oviedo. Él era muy atento con nosotros. Una vez, en el Arzobispado, me tomó del brazo y me hizo una confesión: “Carlos, Ud. me daba miedo con esa barba de guerrillero, pero ahora me da mucha tranquilidad cuando me viene a ver”. Luego del receso de vacaciones, pude informar a la Asamblea de las gestiones realizadas en conjunto con el Arzobispado y comunicarles que el Rector Delegado, dejaría la Universidad y que está volvería a la Iglesia. Junto con esa noticia, Monseñor Oviedo, nos solicitó a la Directiva un nombre para el nuevo Rector. Propusimos a Juan Music. No fuimos los únicos a quienes nos consultó. Días después nos comunicó la noticia. No recuerdo bien, pero la situación fue que organizamos elecciones de decanos y para que éstas ocurrieran antes del 11 de marzo, fecha en la que debería asumir la Rectoría Juan Music. Juan quería comenzar su gobierno con Decanos elegidos; hasta el momento habían sido designados por el rector delegado. Yo fui elegido como Decano de la Facultad de Ciencias. Los otros decanos fueron José Luis Santelices, Teodoro Politis, Sergio Hernández y Mario Cortés. No recuerdo las autoridades de Coquimbo. Mis excusas por eso. Juan Music, designó a Tomislav Octoic como Vicerrector Académico; a Andrés Araya, como Vicerrector Económico; y a Victoria González como Secretaria General.
Nuestro compromiso de palabra fue que renunciaríamos una vez la Comunidad elaborará sus Estatutos y el correspondiente Reglamento de Elecciones. El lunes 11 de marzo de 1990, alrededor de las 10:00 AM, en una ceremonia sencilla pero muy solemne, el Rector y luego los Decanos asumimos nuestros cargos. Desde entonces, la universidad pasó a llamarse Universidad Católica del Norte. Una o dos horas más tarde, asumió el cargo de Presidente de la República, Don Patricio Alwyn Azocar. Al poco tiempo de asumir como Decano, renuncié a la presidencia del Sindicato y fue elegido Jaime Llanos.